Muchas personas padecen bruxismo, es decir, que aprietan y rechinan los dientes por la noche. Como consecuencia, pueden levantarse con dolor de mandíbula o de cabeza.
Cuando cerramos los ojos deseamos, básicamente, conseguir un sueño tranquilo y reparador. Pero en realidad nuestro cuerpo experimenta fascinantes fenómenos que te encantará conocer. ¿Preparado/a para soprenderte?
1. Repentinas sacudidas, saltos y tirones
Seguro que te ha ocurrido alguna vez. Acabas de conciliar el sueño y de pronto, das un salto. Se trata de algo muy común que todos experimentamos de modo frecuente, y no, no es grave. Se trata de un fenómeno conocido impulso hipnótico que sucede únicamente cuando estamos durmiendo. Se debe a una preparación de nuestro cuerpo a los cambios que experimenta durante el sueño. Nuestras funciones se enlentecen y en ocasiones, el cerebro interpreta ese cambio como una caída. De ahí la reacción.
2. Parálisis del sueño
Es algo que muchas personas experimentan. Se sucede únicamente durante la fase del sueño más profunda, la que se conoce como REM (Rapid Eye Movement, o Movimiento Rápido de los Ojos). Son instantes en que de pronto, tomamos conciencia de que estamos soñando, sabemos que por ejemplo, esa horrible pesadilla en la que estamos inmersos no es real, pero por más que intentemos reaccionar y movernos, no podemos. Nuestros brazos y piernas están paralizados. Es un fenómeno que puede llegar a ser muy aterrador, porque somos incapaces de reaccionar aún sabiendo que estamos soñando. Es ahí cuando las pesadillas son más vividas.
3. Los dientes rechinan
Es lo que se conoce como bruxismo. Nuestros dientes rechinan por razones de estrés o bien, por una desalineación en la mandíbula. Esto puede hacer que nos despertemos con dolor de mandíbula o con otros problemas dentales.
4. Hablamos en voz alta
¿Te ha ocurrido alguna vez a ti o a la persona que está junto a ti? Es algo muy común y en ocasiones puede traer problemas entre la pareja. Podemos decir en voz alta una palabra o una frase, e incluso verbalizar una pequeña conversación. Son fenómenos que luego olvidamos y por más que nos intenten recordar “lo que hemos dicho” somos incapaces de creerlo.
5. Excitación sexual
No es ninguna sorpresa, seguro que lo has notado en alguna ocasión. Es frecuente por ejemplo que los hombres tengan erecciones nocturnas, algo que se debe básicamente a un efecto natural y saludable, puesto que la sangre tiende a oxigenarse y acaba provocando esa súbita erección. Pero este efecto no es exclusivo sólo de los hombres. También nosotras experimentamos en ocasiones esa sensación de excitación acrecentada por algunos sueños subidos de tono. Esta excitación se debe a que es precisamente durante la noche cuando se segregan determinadas hormonas capaces de inducirnos ese curioso estado.
6. Movemos más los ojos
A pesar de tener los párpados cerrados, nuestros ojos no paran de moverse, en especial durante la fase REM. La verdad es que los científicos aún no han llegado a un consenso de por qué ocurre esto. Aunque muchos lo relacionan con esa mayor estimulación neuronal, esa actividad cerebral tan intensa que nos permite organizar recuerdos, clasificar información y optimizar así nuestra memoria. De ahí la necesidad biológica indispensable de disfrutar de un sueño tranquilo y reparador.
7. Somos un poco más altos por las noches
¿Sorprendida? Seguramente, pero tranquila, sólo somos “un poquito” más altas, nada más. Esto se debe básicamente a que nuestra columna durante la noche se separa un poquito más al hidratarse, permitiendo con ello que el espacio de los discos entre vértebra y vertebra se distancie levemente, dándonos un poquito más de altura. Pero eso sí, llegada la mañana los discos vuelven a contraerse en su posición original. Curioso ¿No es así?
8. El cerebro se desintoxica por la noche
Como puedes ver dormir es imprescindible para nuestra salud y en especial para el cerebro, que está increíblemente activo durante estas horas nocturnas. Además de organizar información y clasificarla, depura toxinas y elementos que no le hacen falta durante estos instantes gracias al sistema glinfático. Es de este modo como se optimizan por ejemplo las proteínas que protegen nuestro cerebro, evitando así enfermedades como el Alzheimer.
9. Se segregan las hormonas de crecimiento en los niños
Los niños necesitan dormir para crecer, es imprescindible para que la hormona del crecimiento humano o HGH se libere y permita a los músculos y huesos crecer. Y ojo, también nos permite a los adultos que nuestros tejidos se regeneren. Pero eso sí ¡debes dormir profundamente!
10. Dormir ¡adelgaza!
Lo sabemos, dormir es una actividad que no nos ofrece rendimiento alguno, pero ojo, eso no significa en absoluto que no gastemos energía. Porque lo hace y mucha además. Mientras dormimos, nuestro cuerpo realiza muchas funciones básicas como desintoxicar y eliminar elementos nocivos y eso es esencial para depurar. Si no depuramos retenemos líquidos, nos hinchamos, nuestros riñones no funcionan bien… así que si no dormimos o dormimos mal todo esto no se llevará a cabo y aparecerá una hormona llamada ghrelina. ¿Y sabes lo que hace esta hormona? Hacer que tengamos más apetito. Vale la pena tenerlo en cuenta.