Paulo Gabriel da Silva Barros y Katyucia Hoshino, son una pareja de Brasil que, aunque miden menos de un metro de altura, tienen un amor a lo grande.
Su romance empezó a través de las redes sociales, en 2006, y aunque al principio un noviazgo entre ellos parecía imposible, hoy nos dan una lección de amor sin medida… ni estatura.
Se conocieron en un chat hace 10 años y en sus primeras conversaciones on line a Katyucia, de 26 años, le pareció que Paulo, de 30 años, trataba de conquistarla pero le resultaba un chico muy molesto y se aburrió de escribirle, con lo que decidió terminar la comunicación con él. Un buen díadecidió darle otra oportunidad vía Internet y lo desbloqueó ¡Después de 18 meses! Él no dudó ni un instante en saludarla de nuevo. Para ese entonces ya se sentían mutuamente identificados.
“Nuestros pensamientos, ideas y pensamientos coinciden, lo cual es muy bueno”
Después de dos meses de conversaciones, el romance floreció y Paulo viajó 300 kilómetros hasta Londrina, la ciudad de Katyucia, para conocerse y verse frente a frente por primera vez. Cuando la vio, él asegura que fue arrasado por la belleza de la chica, pero se sentía inseguro por su, según él, poco impresionante forma de vestir. El día del encuentro Paul vestía jeans, playera naranja y lentes de sol. Ante eso, Katyucia bromea que es una fortuna que desde entonces a la fecha todo haya ido mejor con su estilo.
“Nunca antes tuve citas, así que Paulo es mi primer novio, mi primer todo”
La distancia entre ambos siempre fue preocupación para ellos, entonces decidieron irse a vivir justos después de 4 años de relación. Hoy viven en su país natal y comparte su amor como cualquier otra pareja: él trabaja como secretario legal y ella tiene su propio salón de belleza, y disfrutan de viajar, salir de fiesta, ir al cine y comer helado de vainilla.
“Lo mejor de nuestra relación es lo cercanos que somos y la compañía mutua que nos damos”
Lo que para ellos resulta complicado son las situaciones que para la mayoría son cotidianas, acciones tan simples como ir a un cajero automático (pensados para personas de estatura promedio) o abrir y cerrar puertas y ventanas, son sus enemigos silenciosos de cada día.
“Ella me apoya en todo. Es mi pequeña guerrera”
Después de tanto tiempo juntos, Paul y Katyucia quieren llevar su noviazgo a otro nivel y ya hablan de planes para casarse. No descartan la idea de tener un bebé, con las implicaciones y dificultades que conllevaría, pero seguros están que con amor y juntos, cumplirán todos sus anhelos.
by Jillur Rahman
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